Vértigo de póquer

-VII-

Y de repente eras el Señor

en una venta de usados,

tapado por esa fría Sombra.

Sacrificándolo todo…

Elegante

Artificial

Inamovible.

En vértigo de póquer

El miedo era un detalle.

Y en él…

solo mudez, envuelta por una bandada de recuerdos,

Botín doble para tu propia y formal estupidez.

................................................................

Abriéndose en un metálico espacio,

brotan las oscuras estafas,

danzando sobre las cenizas,

haciendo garabatos en las anécdotas húmedas.

Se va presentando el tiempo

con las semejanzas del autor,

esa severa tímida sombra

malgastando su astucia

solo ocasionando mas molestias.

...........................................................